Son nuestros primeros kilómetros sobre la carretera boliviana. Una verdadera felicidad, el recubrimiento es excelente y los algunos charcos que derraman nuestro camino sirven de abrevadero a millares de mariposas, con tal que eso dura. Se la llamará "la carretera a las mariposas".

Y eso no duró, el recubrimiento se transformó. En realidad de recubrimiento nosotros peldaños sobre piedras aceradas que atacan nuestros neumáticos de manera inquietante. Para la fotografía pues preferimos hacer 3 metros sobre el ferrocarril.

Vistos algunos puentes, era mejor que hagamos que algunos metros sobre estos carriles.

Después "de la carretera a las mariposas" he aquí "la carretera a los cerdos". El tamaño de los charcos se vuelve inquietante. Esperemos que no aumenten. Y aumentaron tanto que no tenemos fotografías.

Una fotografía un poco sobreexpuesta del tren que conecta a Santa Cruz de la Sierra a la ciudad fronteriza de Puerto Suárez.

Esta cacerola contiene pies de vacas que se ponen a hervir durante un día. Filtrado el jugo, azucarado y mezclado a leche da una vez frío una gelatina que Geoffroy se atrevió a probar.

Esta familia boliviana lo ha acogido durante algunos días después de haberlo recuperado en un vado donde habíamos ahogado el motor.

Un mygale que cruzamos sobre la carretera.

Pequeña fotografía delante de un espléndido arco iris. Acabamos de conducir 8 horas de afiladas sobre carretera execrable (5 pasos de vado y una veintena de peores charcos que los vados). Nosotros permanece aún 2 horas de carretera en el lodo y bajo la lluvia, lo que ignorábamos, de ahí nuestra sonrisa.

Casa tradicional en el Pantanal paraguayo. Toda la madera viene de las palmeras.

El techo se hace de un almocárabe de mitad tronco de palmera vaciar.

Haga bichero a tus nalgas Geoffroy, tienen el aire agresivas...