Paso
en aduana
Desciendo encontrar a Loïc que lo espera
ahora al piso inferior.
Al sonido de la sirena de niebla, todo el
transbordador vuelve a entrar repentinamente
en una intensa ebullición. El pasajero
se convierte en un sonámbulo en delirio,
avanzando machinalement hacia su objetivo
que debe lograrse sin preocuparse trastornar
a su vecino. El nuestro es simple: sacar
a Adrienne c del barco y de volverse a la
policía turística con el fin
de hacerse registrar cuanto antes.
Era sin contar que acabábamos de
colocar el pie sobre el suelo africano.
El paso de la aduana egipcia es inédito,
sin común medida con todo esto que
ya habíamos vivido antes. Descargamos
del barco septiembre por noche a 23h00,
y volvemos a salir el día siguiente
2 de septiembre a 14h00 del puesto. Pas.moin
15 horas de espera y gestiones en toda clase
son necesarias para obtener una miserable
placa de matriculación provisional.
Dormimos forzados obligados bajo el vestíbulo
de los pasos perdido a escuchar las últimas
novedades de Fayrouz, a la diva libanesa.
Es el principio de África...
¡Se
olvidan afortunadamente rápidamente
todas estas molestias administrativas a
Dhahab (1 noche), dicho la ciudad de los
68tards retrasados!
Adrienne se decide bringuebal frente la
"Velocidad bar" para restaurarse.
A la carta del día, chuleta tajada
carmesí y patatas fritas bien grasas.
Al respecto, minó, un copte nos hace
compartir su pasión para la zambullida
bajo marina. A manera de bienvenida en su
país nos lleva descubrir, armados
de una tuba y de palmas, los maravillosos
fondos marinos del Mar Rojo... A Dhahab
siempre, nos entrevistamos con por lo más
grande de las casualidades nuestra familia
alemana del transbordador, que nos propone
pasar en ellos en Alejandría. Son
profesores al German school. Se decide nosotros
irán en Alejandría a pasar
algunos días después de El
Cairo.
Presionados
por el calendario dejamos a Dhahab sobre
los sombreros de rueda, dirección
la capital. Pagamos una pequeña lágrima
sobre estas bonitas gamas de arena fina.
Snif no hay el tiempo de aprovecharse. Estos
dos días pasados al paraíso
casi nos habrán hecho olvidar que
Adrienne sufre siempre de males terribles
al vientre. Por ello, una hora a dolor después
de haber dejado a Dhahab, a Adrienne se
detiene después de haberse pagado
de un grande prout. Exterior, hace una noche
negra, alrededor nosotros nada, solamente
de la piedra y la arena. Este medio ambiente
hostil no nos desmonta con todo, y, tomando
nuestro valor a dos manos, trifouillons
en el motor, lámpara antorcha a puño.
Un autobús se detiene. El conductor,
una verdad negra de Nubia, en saca con estas
palabras "ahhh los 2 CV, las todo mismas!"
"pero de dónde saca aquél!?"
Poco importan, ya está a pie de obra
ayudando a a Loïc a hacer la vuelta
del motor. Intento volver a arrancar el
coche. ¿Puede ser era muy simplemente
un golpe de calor? Bingo, vuelve a arrancar
al cuarto de vuelta. Empujamos un gran ouf
de alivio.
La gran avería no es por esta vez-ci...
la perspectiva de acampar allí sobre
el borde de la carretera en pleno desierto
a miles lugar de un alma que apenas vive
con un coche en rada no se nosotros alegraba...
Sobre su impulso de amabilidad, el conductor
se propone escoltarnos hasta a las puertas
de la prestigiosa ciudad balnearia de Sharm-el-Sheikh
(70 Km de allí). Aceptamos con alegría
esta mano tensa. Durante el trayecto, Loïc
consigue diagnosticar los problemas del
coche. Sería el alternador que no
proporciona ya bastante electricidad a la
batería. Inmediatamente dice hace
inmediatamente, Adrienne se reinicia a hacer
una serie de "gases" raros. Apago
los faros ella avanzo, los enciendo ella
me reinicio a p3 para detenerse...
Pues nos vemos obligados a hacer una entrada
todos fuegos apagados en Sharm-el-Sheikh.
Lo que es aún marrant en ciudad,
se vuelve más complejo fuera sobre
todo sin alumbrado público para mostrarnos
la carretera.
"se sigue se me pide a Loïc?"
"por supuesto que se sigue no cree
a pesar de todo que..."
En ese momento, veo a Loïc sacar la
lámpara frontal de la puerta y hacer
mina de sacar la cabeza por la ventana para
encender la carretera. Se se observan mutuamente
la sonrisa de soslayo, el aire de decir,
"no no se puede, no es serio..."
él reguero de más bonito a
la idea de conducir de este modo. Sin preguntarse
más como tiempos viejos si madre
estará contenta donde no, trazamos
nuestra carretera a tumba abierta, armada
para solo alumbrado de esta vulgar lámpara
frontal tenida valientemente por Loïc
la cabeza fuera del coche.
Exterior, siempre estas mismas montañas
desecadas por los vientos y el sol. Se diría
tanto del "liofilizado" ellas
se parece árido y sin vida. Rodaremos,
así, 35 minutos durante, contento
de poder finalmente hacer a los payasos.
Nos detenemos para pasar la noche en un
dispensario de campaña, de todas
formas Adrienne no está ya en condiciones
de hacer una vuelta de rueda suplementaria.
Dos policías y dos enfermeros nos
ofrecen la hospitalidad. Antes de dormir,
sirven el té, Loïc sale su narguilé,
hablamos de Egipto y Francia....
El día siguiente mañana intentamos
pero en inútil de volver a arrancar
el coche. Incluso ayudado por los enfermeros
y los policías, Adrienne no quiere
oír nada. Se niega categóricamente
a empezar. En el horizonte, tal como atraído
por la chatarra a la agonía, un pájaro
de mal agüero aparece. Sabemos que
la vista de tal buitre significa en luz,
querido gasto no, ni presupuestada. Adrienne
no nos deja la elección y nuestros
huéspedes no parecen querer ayudarnos
más a empujarlo bajo este sol extremo.
Bastante extrañadamente, el reparador
acepta nos tracter sobre 100 metro, exactamente
bastante para ver si con un poco más
de velocidad Adrienne empieza.
Loïc
le hace señales de ir suavemente
al comienzo. Adrienne es viejo y los ganchos
de tracción son que mueven.
"Khallas Khallas" nosotros grita
(esto que quiere decir OK no de problema)
So'lo somos tenemos mitad aliviados.
"AGRIETA" hay, se hace esto. Este
simplón finalmente habrá conseguido
arrancarnos el anillo de tracción
del marco, empezando como una bruta. Pestons
internamente no dejando traslucir nada.
Le habíamos pedido hacernos un favor,
bien mal lo tomó.
Acosado por sus argumentos, como que vamos
a morir bajo el sol si permanecemos allí,
aceptamos su lift para incorporarse a una
ciudad situada a 75 Km, entre Sharm-el-Sheikh
y Suez. Coste del desplazamiento 20 euro,
salario medio de un egipcio al mes 60 euro...
N cómo.
Subimos a la parte del camión, ya
que la cabina de la grúa es demasiado
pequeña para recibir a 4 personas.
Ca nos hace raro de circular con Adrienne
sin circular...
Llegados a la ciudad en cuestión,
nos conduce en uno de sus amigos mecánico.
"es Viernes nos dice, no encontrarán
nadie de otro aquí". Las calles
son efectivamente desérticas, barridas
por una tormenta de sable. Aceptamos mejor
falta de con este pequeño presentimiento
que las cosas van a estropearse.
Su amigo propone poner los cables para intentar
empezar el coche. Desciende a Adrienne de
la grúa y viene a colocar su camión
a lado de nuestra batería ya que
los hilos son demasiado cortos. Pero, en
su maniobra, percute nuestro coche e inserta
el neumático posterior derecho. Allí
todo va muy rápidamente. Loïc
se enciende y saca el gran cine gritando
como un pestífero, mí por
mi parte, sin reflexionar demasiado porqué,
hago una orden sobre la mano del reparador
a quien estaba pagando el lift. Sobre el
150 pounds recupero finalmente 50. Un furioso
debate se entabla entonces entre ellos y
nosotros. Quieren recuperar el dinero que
pretexta que por supuesto el coche no tiene
nada, nosotros quieren sobre todo que ellos
no nos ayudan ya, demasiado es demasiado,
y es inaceptable que nosotros volvía
el dinero. Estamos a dos dedos venir a las
manos cuando la situación se calma
como por milagro. Cinco minutos después
nosotros beben un té sentada juntos
como viejos compadres. Es como eso en Egipto,
incluso a bordo de una crisis sangrienta
el té encuentra siempre su lugar...
Por último, irán incluso hasta
a depositarnos en verdad un garaje donde
dos jóvenes técnicos nos vuelven
a poner nuevos carbones en el alternador.
Aprovechamos de su fractura-corteza para
comer un poco. No cambiando bastantes pounds
a la aduana, corremos después de
las economías y todas las ocasiones
son buenas. Unos viejos camioneros, realización
s nos proponen explosiones... él
le hacen amablemente comprender que no estamos
realmente en el mismo trip que él...
el coche empieza como si era nueva, nosotros
saltan de alegría... El Canal de
Suez nos abre la vía de El Cairo.
Nuestra entrada en la capital es épica.
Ella grou de mundo, entre 12 a 18 millones
de habitantes, las autoridades no saben
bien demasiado.
Pasaremos 9 días en el doctor Anas
(egipcio) y sus hijos Wallid (francoegipcio).
Amablemente nos prestaron una habitación
y un acceso Internet para que nosotros pasiones
9 días clavados a nuestro ordenador
con el fin de poner al día el lugar.
Las pirámides esperarán ellas
también nuestra luna de miel para
vernos.
Diario
de 2 al 14 de septiembre de 2003 por Geoffroy
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